EL ABRAZO DE LA MORSA CARTILAGINOSA























Me agarraba el dedo con su mano blanda
y abrazo descolgado en su pecho
blando
Arrastraba las erres,
que resbalan en sus labios
también blandos
húmedos y blandos
Y yo,
carne de codo
elogio de la esquina
fracturada el habla
rompe el pecho en bruces
decúbito supino.
Agarro la escoba y empiezo a cantar
una canción de ABBA
blanda, con el cerebro espoleado
Nada
Hueco
Simio
Valdío
Esquina
Encuentro
Nada
no hay
NO HAY

No busques,
que no hay.

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