Busco tu rastro en la etiqueta. El sabor de tu nombre y el calor de una sonrisa. Beso al paquete de cien gramos de pechuga de pavo. Escucho la fría e inerte voz de la muerte al otro lado del plástico. Una señora se queda parada en frente mío. Me mira fijamente, aterrorizada.
"¡Abrázame!"-le grito-"¡Abrázame fuerte!"
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